Mi vida con la epilepsia

En la foto podéis ver a un Tommy feliz y sonriente. Por desgracia, no debajo de la planta de marihuana sino debajo del nogal de nuestro jardín. Sin embargo, no siempre ha sido así... ya que Tommy lleva sufriendo de epilepsia desde hace 12 años.
Hoy, queremos compartir contigo la historia real de Tommy de Alemania.
(Correo electrónico escrito por Barbara, la madre de Tommy)
Tommy y la epilepsia
Tommy me pidió que escribiera este testimonio porque debido a su enfermedad no puede trabajar y él mismo no tiene ordenador ni internet por motivos económicos. Depende completamente de las ayudas sociales.
Tommy sufre de epilepsia desde que cumplió los 12 años (en 1994), después de que se cayera de un caballo. Los medicamentos para la epilepsia sólo ayudaban condicionalmente. Siempre había signos que delataban que iba a sufrir un ataque. A veces, no sabía dónde estaba o lo que quería… también estaba olvidando parcialmente sus recuerdos. Su tratamiento en tres clínicas aparentemente especializadas en el tratamiento de la epilepsia, incluida la clínica Charity, la más antigua de Europa, no sirvió para nada. Más bien lo contrario. Probaron un número cada vez mayor de medicamentos con efectos secundarios verdaderamente graves: escuchaba sonidos dentro de la cabeza cabeza (como zumbidos pero en la parte posterior del cráneo), tenía antojos de alimentos y necesitaba beber líquidos (más de 4 litros al día). Poco después comenzaron las crisis psicógenas. Estas afectan "solo" al 20% de los pacientes epilépticos. Tommy sufre crisis psicógenas cuando tiene que desarrollar discusiones complejas o cuando está en grupos más grandes de gente, como por ejemplo en el supermercado, etc.
La epilepsia de Tommy de pcerca
Siguió golpeándose el muslo con la mano derecha, giró los ojos y agitó los brazos pataleando a su alrededor. Tuve que recoger todos los objetos a su lado rápidamente para impedir que se lastimara. Al final, hizo un movimiento similar al de nadar acompañado de un terrible grito. Para Tommy y para mí era literalmente un infierno porque él estaba consciente siempre durante sus ataques y yo tenía que quedarme mirándolo impotente.
Porque no podía detener las convulsiones de Tommy, tuve que llamar una ambulancia unas 30 o 40 veces y también tuve que conducir a Tommy hasta urgencias yo misma porque a veces también sufría ataques mientras viajábamos en coche.
Durante la última estancia de Tommy en el hospital, los doctores se declararon impotentes y detuvieron su tratamiento. Más tarde quisieron probar con suplementos alimenticios cada vez más nuevos. Llegados a esta fase pedimos el alta voluntaria del hospital y llevamos a Tommy a casa. En el hospital sus ataques se producían con más frecuencia. Sus codos y espinillas estaban llenos de moraduras.
Regreso a lo natural – la compra del aceite de CBD
El 23 de junio de 2016 la vida de Tommy cambió para mejor. Probó por primera vez el aceite de CBD del 5% y hasta este día (26 de julio de 2016) no ha sufrido de ataques, ansiedad o convulsiones psicógenas. ¡Nada!
Es como un milagro. Todos los problemas han desaparecido. Todos estamos muy aliviados y nos sentimos muy agradecidos.
Tommy está lleno de alegría y dice que sueña de noche y que incluso recuerda sus sueños. Ayer también me dijo que estaba empezando a recordar su infancia y su adolescencia. Es un logro extraordinario.
Estamos muy agradecidos y esperamos que este milagro de la naturaleza pueda ayudar también a otros.
Todo el mundo es responsable de su propia salud. Espero que este testimonio mío pueda ayudar a otras personas a encontrar la esperanza de conseguir salud y buscar ayuda. El aceite de cannabis realmente sirve.
Saludos desde Brandenburg, Alemania
Barbara R. y Tommy K.