Aceite de CBD es una de las Soluciones Más Prometedoras

La doctora Yasmin Hurd es la directora del Instituto de la Adicción en Mount Sinai, Nueva York
La doctora Yasmin Hurd es la presidenta de neurociencia traslacional en la Escuela de Medicina Icahn y la directora del Instituto de la Adicción en Mount Sinai, Nueva York. Ella es uno de los expertos más importantes a nivel mundial en el campo de la adicción, y ha trabajado durante mucho tiempo en la disección de cerebros para entender las causas detrás del problema y los motivos por los que las recaídas son tan comunes.
Con 116 muertes diarias por sobredosis, la doctora Hurd prácticamente está desesperada por encontrar respuestas y la más cercana hasta el momento es el CBD, un cannabinoide no-psicoactivo que se encuentra en la marihuana. El problema es que, debido a que la doctora Hurd es una científica profesional, tiene que cumplir una serie de requisitos estrictos de la DEA para acceder a la marihuana (la cual se encuentra en la lista 1 de drogas del Gobierno).
El CBD es un compuesto molecular que se encuentra en la planta del cannabis. Cuando se compara con otras plantas, el cannabis no es particularmente difícil de cultivar. De hecho, hay una gran abundancia de cannabis. No obstante, ya que la marihuana se encuentra en la lista 1 de drogas, el Gobierno Federal de los Estados Unidos ha indicado que es tan adictiva como la heroína y que no tiene ningún valor medicinal. Para que la doctora Hurd pueda investigar el cannabis, tiene que esperar varios años a que la DEA expida una licencia que permita adquirir la planta legalmente. Además, ella tiene que guardar el cannabis en su laboratorio dentro de una caja fuerte con huella digital, y un investigador de la DEA debe estar presente durante todos los estudios efectuados en humanos. Todas estas restricciones hacen que sea prácticamente imposible estudiar los efectos del CBD en el cerebro y sus posibles propiedades para prevenir las recaídas.
La doctora Hurd dijo: "Nuestras manos están atadas, a pesar de que el CBD no es adictivo".
El Gobierno Federal de los Estados Unidos bloquea a la doctora Hurd y a muchos otros científicos profesionales con sus excesivas restricciones a la marihuana y, más importante, con su negligencia hacia la adicción. El gobierno se apresura a combatir otras epidemias como el virus Zika o la Influenza; dos problemas que no son tan letales como la drogadicción, la cual cobró un estimado de 63.600 vidas en 2016. El problema tiene que ver principalmente con la parcialidad del gobierno hacia otras epidemias que ganan mucha más atención por parte de los entes federales. Las restricciones al análisis y las pruebas de un compuesto molecular simple como el CBD, que puede ser un aliado en la batalla contra la drogadicción, simplemente hacen que la lucha sea mucho más complicada.
Es increíble que el Gobierno Federal muestre parcialidad hacia la marihuana y la adicción a los opioides al mismo tiempo. ¿Cómo puede el Gobierno determinar que una epidemia letal es, simplemente, menos importante que las otras?