¿El aceite de CBD es adictivo?

¿Te preocupa que el aceite de CBD, y en general los productos de CBD, puedan ser adictivos? Una pregunta común entre los usuarios del CBD y aquellos que quieren probarlo es si la sustancia es adictiva. Ciertamente, la adicción a la marihuana (THC) es algo real. Pero ¿qué hay del aceite de CBD? Ambos compuestos provienen del cáñamo. No obstante... en pocas palabras, la respuesta es no. El aceite de CBD no es adictivo. Esta es la explicación.
¿Qué es la drogadicción?
Una adicción es una condición crónicaque obliga a una persona a buscar una sustancia, independiente de sus posibles consecuencias perjudiciales. El potencial adictivo de una sustancia depende de su capacidad para perturbar la forma en la que las neuronas envían, reciben y procesan la información. Casi todas las sustancias adictivas actúan sobre el sistema de la dopamina; un químico conocido como "la hormona de la felicidad".
Con el tiempo, el uso regular de una sustancia adictiva hace que el cerebro produzca menos dopamina para adaptarse a las entregas frecuentes del químico. Esto obliga a la persona a tomar dicha sustancia con regularidad (ya sea una droga, azúcar, grasa, alcohol o cigarrillos) para complementar los niveles de dopamina y poder descansar.
El aceite de CBD no provoca adicción
Para entender por qué el aceite de CBD no es adictivo, tenemos que conocer su principal componente. El cannabidiol (CBD) es un cannabinoideno-psicoactivosoluble en aceite que se extrae del cáñamo (Cannabis sativa, una variedad técnica certificada en la UE).
El aceite de CBD también contiene otras sustancias valiosas como los ácidos grasos Omega 3, terpenos, vitaminas, clorofila, aminoácidos y rastros de otros 85 cannabinoides. Cabe mencionar que la calidad y variedad de esta composición depende del método de extracción. Para conseguir un coctel completo de sustancias funcionales y obtener un efecto sinérgico, lo más recomendable es combinar los métodos del alcohol y el CO2.
CBD vs THC: su efecto en la adicción
A diferencia de la marihuana, el aceite de CBD solo contiene unos pocos rastros de THC (tetrahidrocannabinol), un cannabinoide psicoactivo que provoca adicción y estados eufóricos. El THC se enlaza directamente con los receptores CB1 (cannabinoide 1) del cerebro, provocando su activación y afectando la liberación de la "hormona de la felicidad". Esto explica por qué el THC puede ser adictivo.
Mientras que la marihuana contiene niveles de THC de entre 10 % y 30 %, el aceite de cáñamo CBD no tiene niveles de THC superiores a 0,2 %. Eso significa que el aceite es 33 veces menos potente que la cepa más débil de marihuana.
El CBD incluso sirve como un "antagonista" de los receptores CB1. Eso significa que el CBD impide que el THC se enlace con los receptores, reduciendo así sus efectos. Por lo tanto, el CBD ayuda a proteger contra los efectos negativos del THC.
El uso de productos de CBD se considera seguro y no-tóxico, incluso en cantidades elevadas. Cabe mencionar que pueden surgir algunos efectos secundarios en dosis altas, aunque usualmente son mínimos y desaparecen al poco tiempo. Dichos efectos incluyen resequedad en la boca, baja presión arterial y somnolencia. Hasta el momento, no existe ningún caso reportado de una sobredosis de CBD que haya ocasionado consecuencias graves para la salud.
En 2017, la Organización Mundial de la Salud —la agencia de las Naciones Unidas para la salud pública— dijo que el CBD no es adictivo. El ente afirmó: «El CBD no tiene efectos que puedan llevar a una adicción. El CBD es bien tolerado y seguro para el consumo humano».
Incluso se encontró que las dosis elevadas de CBD son seguras. En 2011, un grupo de científicos que estudiaba los efectos del CBD en humanos llegó a la conclusión de que una dosis regular alta de 1500 mg/día era bien tolerada.
A pesar de que no se conocen efectos secundarios graves al tomar dosis elevadas de CBD, es recomendable que empieces con una dosis baja y aumentes gradualmente la cantidad según tu propia experiencia.